(Version française à la fin)
Contexto histórico del cuento
En 1985, hace dos años que cayó la dictadura militar que gobernó Argentina durante 7 años, desde marzo de 1976. Esa dictadura, auto-denominada “proceso de reorganización nacional”, ya vivía su agonía después de la humillante derrota en la guerra de las Malvinas. En abril de 1982, los militares, cada vez más desacreditados, intentaron fomentar un movimiento popular en su favor reactivando el antiguo conflicto con Gran-Bretaña en cuanto a la posesión de las Islas Malvinas, islas situadas a unos 500 kilómetros de Argentina, en el océano Atlántico, frente a la ciudad de Rio Gallegos, Patagonia. Islas tomadas en 1833 por la corona británica, y reivindicadas por Argentina desde este tiempo.
El conflicto abierto duró tan sólo tres meses, entre el 2 de abril y el 26 de junio 1982, y se soldó por la muerte de más de 1000 soldados argentinos y 500 ingleses, sin hablar de los numerosos heridos.
Del lado argentino, muchos de los oficiales involucrados en la guerra formaban parte de los represores de la dictadura, pero eso no impidió que el comportamiento de algunos durante el conflicto fuera valorado por sus compatriotas. La perdida de las Malvinas todavía es un tema muy doloroso para el conjunto de la sociedad argentina, que nunca dejó de considerar las islas como argentinas, y los ingleses como invasores.
La guerra de las Malvinas representó como el canto del cisne de una dictadura que quebró el país política, económica y socialmente, y dejó un saldo de casi 30 000 desaparecidos, entre ellos mujeres embarazadas, a quienes los represores robaron los niños para darlos en adopción a familias de militares, o de civiles ligados con el Proceso. Una herida todavía no curada.
Contexte historique de la nouvelle
En 1985, cela fait deux ans qu’est terminée la dictature militaire, qui en aura duré sept, depuis mars 1976. Cette dictature, autoproclamée « Processus de réorganisation national », était déjà en fort déclin après l’humiliation subie lors de la Guerre des Malouines. En effet en avril 1982, les militaires, de plus en plus discrédités, ont tenté de cimenter le peuple argentin autour d’eux en ouvrant ce conflit autour d’iles revendiquées par l’Argentine depuis la conquête anglaise de 1833. Ces îles sont situées à environ 500 kilomètres des côtes de Patagonie, face à la ville de Rio Gallegos.
Le conflit a duré trois mois, entre le 2 avril et le 26 juin, et s’est soldé par la mort de 1000 soldats argentins et 500 britanniques, sans compter les blessés.
Côté argentin, de nombreux officiers engagés activement dans cette guerre étaient également des bourreaux de la dictature, ce qui n’a pas empêché certains d’être considérés comme des héros malgré la défaite. Car la perte des îles Malouines est une blessure jamais refermée au cœur de la société argentine dans son ensemble, qui considère les Anglais comme des envahisseurs illégitimes.
Cette guerre aura été le chant du cygne d’une dictature qui a gravement détérioré le pays, tant au plan politique qu’aux plans économique et social, et qui a laissé derrière elle près de 30 000 disparus, parmi lesquelles des jeunes femmes enceintes auxquelles les militaires ont confisqué les bébés pour les faire adopter par leurs partisans. Des bébés dont beaucoup, encore aujourd’hui, n’ont jamais retrouvé leurs familles biologiques.